Sunday, October 23, 2005

Brindo por lasmujeres que derrochan simpatía...



Creo que nadie nunca me va a entender como ella...
Me da un poco de risa... bastante en realidad, imaginármela vestida con faldita tableada, bien "pink" con unos pompones y una polera "alfabetagama" (claramente rosada también, con letras blancas escarchadas).
La verdad es que mi amiga Rossana es como la antítesis de eso. Es una mina pseudo metro ochenta (le faltaron 6 cms.), morenaza, pelo largo, sangre italiana... ¿paseádose por los patios de una universidad gringa tipo película de teenager?... surrealista.
Yo siempre la molesto con que va a llegar de vuelta con chapes y el pelo rubio platinado, consumiendo todo lo que siempre odiamos, con mil recuerditos "made in america" como un llavero de Ronald Mc Donalds o una miniatura de Coca Cola.
La verdad es que eso alivia un poco ese sentimiento pseudo vacío de no poder tenerla acá conmigo, de no poder contarle en persona todas mis siempre interesantes (no necesariamente choras) historias amorosas. Pero en cambio ahora, entre ella y yo se interpone la nunca bien ponderada pantalla plana de mi nuevo computador... pero bueno, peor es nada y la magia de la tecnología da para todo.
La Rose está en San Diego, USA, haciendo el último año de su carrera para sacarla en los dos países. La admiro... creo que no soportaría a los gringos más de dos días seguidos... ni por todo el oro del mundo. No debe ser tan fácil para ella, básicamente porque compartimos el mismo genio, ese que hace que la boca haga sinapsis más rápido que las neuronas... y en inglés debe ser bastante más difícil!
Eso sí que los gringos son como el público objetivo de nuestras bromas ácidas: público masivo, profundidad -2, que no se dan cuenta cómo nos reímos de ellos en su cara.
Tenemos mucho en común, ambas somos hijas menores, regalonas y sobreprotegidas, ambas somos perfeccionistas, ambas odiábamos las clases de educación física. A las dos nos carga la mediocridad y nos aburre la tontera, es más, a las dos nos parece que es un mal que hay que erradicar.
La Rose es mi compañera de aventuras patéticas (ella es la coprotagonista de El Apl pai, que uds podrán disfrutar más abajo), de carretes memorables y, muy especialmente, de humor... ese humor que muchas veces cae mal, que cuesta entender, que se ríe de lo peor de nosotros (es de lo que vale la pena reírse, o no?), pero que al final todos terminan por disfrutar, aunque no lo reconozcan.
Este es un tributo a mi amiga en nuestro décimo año de amistad... mi amiga peleadora, insurgente, divertida, regalona, relajada...
Este no es un tributo tipo día de la amistad de quinto básico, con pacto de sangre incluido y todo. Con una persona como la Rose uno sabe que puede contar toda la vida (aunque suene a tarjeta Village), no lo digo con el convencimiento de carta de cumpleaños ni rayado de camisa de cuarto medio... son 10 años los que me avalan... y miles de kilómetros... y miles de gringos que compiten por quitármela y convertirla en la cheerleader.
Aun así la aceptaría de vuelta... con el cerebro lavado y todo, (con chapita de Bush incluida, ojo!), porque nadie puede salvarme tan bien como ella de todos mis apuros (incluso esa vez que dije que éramos pareja y partimos casi que de la mano pa sacarme de encima a un guatón jote asqueroso del Playa).
Así es amiga... ánimo. Interrumpo mi Blog ameno-divertido-irónico para rendirle un tributo a la única amiga que es capaz de llamarme media hora por teléfono desde la tierra del tío Sam sólo para escuchar mis penas amorosas... a la única que me entiende aunque hable con la boca llena, a la única que parte riéndose de mis chistes antes de que termine de contarlos.
En fin. Rose... sos grande. Espero que saques el máximo partido de tu estadía en la tierra prometida (recuerda que, citando a tío George: "Si dios existe, seguramente estaría de parte de Estados Unidos") y que vuelvas pronto para poder reírnos nuevamente de nada... y de todo... y de todos.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home