Sunday, May 28, 2006

A primera vista


Yo no creía en la atracción así, sin más, de una… hasta hoy. Fue tan simple, tan perfecto. Andaba yo de paseo por uno de los atestados suburbios santiaguinos, ocupando alguno de mis minutos en que creo tener vida y él, bueno, él simplemente estaba ahí.
Yo, despistada como siempre, iba pensando en cualquier cosa menos en encontrar alguno como él, hasta que nos topamos.
No sé si definirlo como “amor” —“¿Y qué es amor, qué crees tú que significa amor?”, como diría nuestro trovador criollo, Alberto Plaza— pero lo quise desde el momento que entró en mi vida.
No es que yo sea demasiado Light —sólo un poquito, en su justa medida— pero era increíblemente atractivo. Con un modelito como ese cualquier mina se daría vuelta en la calle a mirarme, muertas de envidia porque yo me lo conseguí y ellas… NO.
Y me acerqué, decidida —a ver si esta vez mi postura cool de “yo tomo las riendas” por fin resultaba—, lo miré y entendí que claramente sería mío. Costase lo que costase, valiera lo que valiera, sangre, sudor y lágrimas, pero sería mío a como diera lugar.
Cerré los ojos y escuché a Pedro Aznar diciéndome: “Cuando no tenía nada deseé...” y oh sí… yo lo quería, yo lo deseaba ahí, a un metro suyo y sin siquiera conocerlo. Sabía que después de haberlo visto no podría vivir sin él, mi vida no sería la misma.
Llegué a su lado, lo enfrenté y sin dejar de ponerle los ojos encima, dije:
—Hola
Sentí que me necesitaba tanto como yo, y no me equivoqué.
—Es lindo— me dijo mi migui Vale, que había llegado al lugar de los hechos ante mi petición de auxilio por indecisión.
—Sí… es lindo, es muy lindo— dije, sin dejar de mirarlo.
—Te queda súper bien y si pagas al contado puedo hacerte una buena rebaja.
La voz de la vendedora interrumpió mi momento mágico. Antes éramos sólo yo y él, el reloj. Ahora ella se interponía y traía a colación el vil dinero.
—La verdad es que me he gastado mi primer sueldo como enferma— le dije a ver si se compadecía de mí y rehacía una rebaja que no coartara mi insuperable amor por ese lindo, redondo, brillante e inigualable reloj.
Ese que desde la vitrina gritaba “cómprame”, susurraba “seré tuyo” y expelía olor a estilo. ¡Y se veía tan bien conmigo!
Ese que lograba lo que ningún hombre jamás logró: complacerme al 100%, hacerme feliz. Porque él estaría ahí en las buenas y en las malas, en salud y enfermedad, en riqueza y en pobreza, hasta que las pilas nos separen.
No había por donde perderse. “Acepto”, dije a la oferta de la vendedora que a esa altura ya era íntima amiga mía.
No sé con qué me sentí mejor, si con ponerme mi nueva adquisición en la muñeca o guardar la antigua en una caja que quedaría perdida en el último lugar de mi clóset o regalada a alguien que lo necesite —y lo quiera— más que yo.
Y me fui feliz, realizada. Sólo por hoy me permití ser una material girl, y me encantó. Yo y mi nuevo objeto del deseo somos una pareja de lo más feliz: no alega, no pone problemas para comer conmigo, de vez en cuando da la hora, pero cumple bien su función. No tiene una madre que se interponga entre nosotros y me acompaña a todas partes. No alega por ir a Viña y sobre todo, está a la altura de las circunstancias y eso ya es un gran, pero gran logro.

9 Comments:

Blogger Lau said...

Jajajajajaa, demasiado bueno!!! Ya me imaginaba que no era un hombre, pero no pensé que sería un reloj. Efectivamente, una buena compañía. A ver si un día de estos lo conozco.
Besos.

PS. Felicitaciones, señorita de la exquisita eficiencia.

May 28, 2006 8:20 PM  
Anonymous Anonymous said...

te viste en LUN?

May 28, 2006 8:45 PM  
Blogger Nacho said...

Eso es lo que pasa cuando uno lee los post de atras pa adelante...
Hasta la mitad pensé que tabai hablando de un vibrador!
Nunca tan Sex & the city, dije yo.
Cuídese ah, y cuide la nueva adquisicion.
saludos, te vi en LUN.

May 28, 2006 8:47 PM  
Blogger valeria said...

A veces da la hora... yo ni siquiera me di cuenta que era un reloj la primera vez que lo vi.
Saludos, señorita LUN (¿alguna mención para tu migui que te dio la noticia?).

May 28, 2006 9:30 PM  
Anonymous Anonymous said...

Cono Hola... no sé si lo sabías o no... pero Rosario Zanetta ya no es la única famosilla que sale recomendada por su blog en LUN. TU TAMBIËN. POrfa mírate. En reportajes de hoy domingo aparece tu blog citado.
Top-
Felicitaciones por la fama.
Chany

May 28, 2006 10:08 PM  
Blogger Constanza Hola said...

A todos mis admiradores y fieles seguidores:
Les informo que sí, efectivamente me vi en LUN (bum bum) y bueno, ya cumplí mi sueño, ahora podré morirme tranquila. Sólo puedo prometerles que la fama no me cambiará en lo más mínimo: seguiré siendo igual de humilde que siempre (jajaja). Y, por supuesto, seguiré "exquisitamente eficiente", no se preocupen.
Y una mención honrosa a mi migui Vale que me llamó hoy para darme la noticia.

May 29, 2006 1:52 AM  
Blogger Sota said...

Hola, como estás...creo que el sábado...tu blog apareció en un diario capitalino..y me enteré de la existencia de él.

Bueno...no es el tema, la cosa es que al entrar...hace escasos minutos, me encuentro con el título a primera vista...jojo...me pareció muy bueno lo que escribiste...es que yo hace algunos días también escribí sobre un encuentro deslumbrante, pero en mi caso ...no fuñé con un reloj!...jojo...fue con una "lola" y también lo relacione con Aznar...es que Aznar..Aznar..."Cuando escuche a Prince..bailé"...jojo...

Bueno...si puedes...da una vuelta por http://sotanegra.blogspot.com ...hay variadas tonteras, y estupideces..quizás algo te parezca...

Saludos!

May 29, 2006 1:16 PM  
Blogger alesita said...

yo tb te vi en LUN! De acá SQP está sólo a un paso :P

besos!

May 29, 2006 4:39 PM  
Blogger Isa said...

Exquisita Eficiencia:

Suena casi como el nombre que papá quería ponerme: Próspera Cosecha, pero con estilo LUNita. Qué te puedo decir, aparte de no escupas al cielo (de Zanetta) xq te cae en la cara... esas historias de amor son lejos las mejores. Yo me acuerdo la primera vez que lo vi. Llegó a mi vida de sorpresa, cuando ya no lo esperaba. Estaba esperándome escondido en el patio. Tuvo la graciosa delicadeza de ponerse un rosetón blanco encima para que yo supiera apenas verlo que era ÉL. Y le resultó. Apenas lo vi, lo supe, estábamos destinados a compartir nuestras vidas. Él iba a acompañarme siempre, sin importar lo que ocurriera. Salté y grité de felicidad. Él me invitó a salir para que nos conociéramos mejor... y desde entonces, hemos pasado juntos los mejores 101 mil kilómetros de mi vida!!!!

June 02, 2006 11:26 PM  

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